Una de esa situaciones ocurrió a principios del presente año y lamentablemente tuvo como desenlace el fallecimiento de una persona. A raíz de esto la esposa de "Negro" Ibañez, que es quién perdió la vida a inicios del 2.015, decidió redactar una carta abierta dirigida al gobernador de la provincia donde cuenta de manera detallada la serie de circusntancias por la que le tocó atravesar a su marido, pero fundamentalmente solicita se solucionen los problemas planteados.
A continuación transcribimos el texto de la carta y les dejamos el enlace para que la puedan suscribir todos aquellos que consideren justa esta petición: PETICIÓN POR LA SALUD EN EL INTERIOR DEPARTAMENTAL
TODOS POR CORRAL DE ISAAC LA RIOJA ARGENTINA
La noche del 2 enero cuando la vida de “Negro” Ibáñez comenzó a extinguirse, sus familiares iniciaron una gran odisea de penuria y desconsuelo en la oscura noche de Corral de Isaac. Su viaje desesperado se vio truncado cuando a mitad de camino a Chepes, este vecino de nuestra localidad dejó de existir. Las maniobras para hacer reaccionar su corazón no fueron suficientes. Cuando uno se pone a pensar e imaginar lo que en aquella noche debieron de sufrir sus seres queridos ante la inutilidad de sus esfuerzos, llegan cientos de interrogantes a la mente: ¿Qué habría pasado si un medico hubiera estado ahí?, ¿se hubiera evitado este triste final?, quizás si la ambulancia hubiera acudido… Quizás si se la hubiera podido llamar a tiempo… Quizás si el teléfono hubiera funcionado… Quizás… Quizás… Quizás…
Pero… ¿¿Por qué no se pudo llamar a la ambulancia de alguno de los centros de salud más cercanos, ya sea Chepes o Ulapes?? La respuesta es clara y sencilla: NO TENEMOS TELEFONO!!! Hace más de una década cuando se instaló la cabina telefónica en nuestra localidad se la recibió como una gran bendición. Era un avance para la comunidad, formaba parte del crecimiento, del desarrollo, del progreso; no solo para Corral de Isaac, sino para todo el distrito. Ya no estaríamos incomunicados con el resto del mundo. Ya no debíamos esperar que nuestros familiares nos visiten, o recibir una carta que demoraba meses en llegar para tener noticias de aquellos seres queridos que se encontraban lejos. Bastaba con llegar a la cabina y en cuestión de minutos tener noticias de ellos. Ya no había que llevar a cabo largos viajes a Totoral o a Villa Nidia. Más de una vez se salvó una vida, un embarazo, gracias a una llamada a tiempo a algún hospital de la zona. Y aunque siempre hubo problemas, descomposturas, uso inapropiado y hasta pinchaduras que algún vecino chismoso aprovechaba, nunca estábamos más de un mes sin este servicio. Gente de todas las comunidades vecinas llegaban para usar el servicio: San Rafael, Portezuelo de los Arce, Entre Ríos, El Pozo, La Lomita, El Balde de la viuda, Puesto Dichoso, La represa, Nueva Esperanza, entre tantas otras.
Hasta que hace un par de años empezaron los malos manejos, el descuido, y el servicio comenzó a ser funesto. Cuando hace más de un año yo denuncié por este sitio el mal manejo que se realizaba con el servicio telefónico por parte del delegado, quien lo utilizaba perfectamente para uso propio mientras a la comunidad se le decía que no funcionaba, el concejal Rodolfo Flores nos contestaba que yo estaba mal informado y que ya pronto tendríamos una mejor forma de comunicarnos al anunciarnos la pronta instalación del servicio de wi-fi en la escuela. Algo que nos llevaba a otra duda: ¿Podrían todos los vecinos de la localidad y localidades vecinas acceder a este servicio? Evidentemente no. Nunca lo vi a don Evaristo Videla (por citar ejemplos) con un celular captando la señal de la escuela para mandarle un Whats App a sus hijos en Buenos Aires; o a don Guillermo Agüero con una netbook chateando con sus hijos de la capital de La Rioja, ni a ningún vecino de ésta u otra localidad usando dicho servicio. Aunque, evidentemente, es una muy buena manera de comunicarnos y muchos, la mayoría jóvenes, pueden tener acceso y hacer uso de él, este servicio no es del todo bueno, ya que cuando se cae la señal pueden llegar a pasar hasta varias semanas sin este.
Sin duda, el servicio de internet no era ni es, del todo, la respuesta que necesitamos. Hace un par de meses el servicio de la cabina telefónica murió. Un grupo de operarios de la empresa Telecom terminó llevándose el teléfono, supuestamente para arreglo y nunca regresaron. Y solo nos quedó la antena y la cabina vacía. Hoy Corral de Isaac, al igual que hace dos décadas atrás está prácticamente incomunicado con el resto de la provincia, el país y el mundo.
Ahora bien, ¿Por qué se llevaron el aparato? ¿Acaso no merecemos poder comunicarnos con otros lugares? ¿Es verdad que desde Telecom se dijo que el servicio ya no les deja utilidades? ¿Cómo hacemos ahora y mañana ante una urgencia para comunicarnos con el centro urbano más cercano? ¿Desde el municipio no se puede, quizás, tomar una medida y arreglar esta NECESIDAD del pueblo? ¿O están aguardando a que se acerque el tiempo de elecciones? ¿No creen, amigos míos, que quizás la vida de “Negro” Ibañez pudo haberse salvado si hubiera estado el teléfono en funcionamiento y se hubiera llamado a tiempo a una ambulancia? ¿No creen que mañana, quizás, otra vida puede salvarse si se restablece el servicio? ¿Quizás sí…? ¿Quizás no…? ¿Usted que cree?
¿¿¿O vamos a seguir preguntándonos los QUIZÁS???? NO DEBEMOS DEJAR QUE LE PASE A OTRO VECINO, ADEMAS SE DEBE COLOCAR ANTENAS PARA RECIBIR SEÑAL DE CELULAR
Pero… ¿¿Por qué no se pudo llamar a la ambulancia de alguno de los centros de salud más cercanos, ya sea Chepes o Ulapes?? La respuesta es clara y sencilla: NO TENEMOS TELEFONO!!! Hace más de una década cuando se instaló la cabina telefónica en nuestra localidad se la recibió como una gran bendición. Era un avance para la comunidad, formaba parte del crecimiento, del desarrollo, del progreso; no solo para Corral de Isaac, sino para todo el distrito. Ya no estaríamos incomunicados con el resto del mundo. Ya no debíamos esperar que nuestros familiares nos visiten, o recibir una carta que demoraba meses en llegar para tener noticias de aquellos seres queridos que se encontraban lejos. Bastaba con llegar a la cabina y en cuestión de minutos tener noticias de ellos. Ya no había que llevar a cabo largos viajes a Totoral o a Villa Nidia. Más de una vez se salvó una vida, un embarazo, gracias a una llamada a tiempo a algún hospital de la zona. Y aunque siempre hubo problemas, descomposturas, uso inapropiado y hasta pinchaduras que algún vecino chismoso aprovechaba, nunca estábamos más de un mes sin este servicio. Gente de todas las comunidades vecinas llegaban para usar el servicio: San Rafael, Portezuelo de los Arce, Entre Ríos, El Pozo, La Lomita, El Balde de la viuda, Puesto Dichoso, La represa, Nueva Esperanza, entre tantas otras.
Hasta que hace un par de años empezaron los malos manejos, el descuido, y el servicio comenzó a ser funesto. Cuando hace más de un año yo denuncié por este sitio el mal manejo que se realizaba con el servicio telefónico por parte del delegado, quien lo utilizaba perfectamente para uso propio mientras a la comunidad se le decía que no funcionaba, el concejal Rodolfo Flores nos contestaba que yo estaba mal informado y que ya pronto tendríamos una mejor forma de comunicarnos al anunciarnos la pronta instalación del servicio de wi-fi en la escuela. Algo que nos llevaba a otra duda: ¿Podrían todos los vecinos de la localidad y localidades vecinas acceder a este servicio? Evidentemente no. Nunca lo vi a don Evaristo Videla (por citar ejemplos) con un celular captando la señal de la escuela para mandarle un Whats App a sus hijos en Buenos Aires; o a don Guillermo Agüero con una netbook chateando con sus hijos de la capital de La Rioja, ni a ningún vecino de ésta u otra localidad usando dicho servicio. Aunque, evidentemente, es una muy buena manera de comunicarnos y muchos, la mayoría jóvenes, pueden tener acceso y hacer uso de él, este servicio no es del todo bueno, ya que cuando se cae la señal pueden llegar a pasar hasta varias semanas sin este.
Sin duda, el servicio de internet no era ni es, del todo, la respuesta que necesitamos. Hace un par de meses el servicio de la cabina telefónica murió. Un grupo de operarios de la empresa Telecom terminó llevándose el teléfono, supuestamente para arreglo y nunca regresaron. Y solo nos quedó la antena y la cabina vacía. Hoy Corral de Isaac, al igual que hace dos décadas atrás está prácticamente incomunicado con el resto de la provincia, el país y el mundo.
Ahora bien, ¿Por qué se llevaron el aparato? ¿Acaso no merecemos poder comunicarnos con otros lugares? ¿Es verdad que desde Telecom se dijo que el servicio ya no les deja utilidades? ¿Cómo hacemos ahora y mañana ante una urgencia para comunicarnos con el centro urbano más cercano? ¿Desde el municipio no se puede, quizás, tomar una medida y arreglar esta NECESIDAD del pueblo? ¿O están aguardando a que se acerque el tiempo de elecciones? ¿No creen, amigos míos, que quizás la vida de “Negro” Ibañez pudo haberse salvado si hubiera estado el teléfono en funcionamiento y se hubiera llamado a tiempo a una ambulancia? ¿No creen que mañana, quizás, otra vida puede salvarse si se restablece el servicio? ¿Quizás sí…? ¿Quizás no…? ¿Usted que cree?
¿¿¿O vamos a seguir preguntándonos los QUIZÁS???? NO DEBEMOS DEJAR QUE LE PASE A OTRO VECINO, ADEMAS SE DEBE COLOCAR ANTENAS PARA RECIBIR SEÑAL DE CELULAR
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